Desde la segunda parte del siglo pasado, desde 1950 en adelante, la ciudad se ha visto obligada a convivir su magnífico y extraordinario trazado urbanístico del siglo XVIII, con la realidad que han promovido y gestionado los gobiernos municipales.
Desde la segunda parte del siglo pasado, desde 1950 en adelante, la ciudad se ha visto obligada a convivir su magnífico y extraordinario trazado urbanístico del siglo XVIII, con la realidad que han promovido y gestionado los gobiernos municipales.